En apenas unos cuantos años, el ser humano ha podido avanzar enormemente en temas astronómicos, que, a su vez, son el punto de partida para física cuántica cuya modernidad comenzó con la teoría de la relatividad de Albert Einstein.
Dentro de las más recientes teorías, se encuentran la de la existencia de universos paralelos, que serían instancias en las que ocurrieron todas aquellas cosas, que, por probabilidad, no ocurrieron en la realidad nuestra.
Así, por ejemplo, habría mundos paralelos en donde Daily Motion fuera el servicio de videos de preferencia en vez de YouTube y MySpace la red social más difundida en vez de Facebook. Pero lo que esta teoría no explora es una probabilidad que ha sido mostrada al público en más de una oportunidad: universos dentro de otros universos.
En Hombres de Negro, la película de extraterrestres de Barry Sonnenfeld, se hace mención a ello, siendo el universo dentro del nuestro, una esfera en el collar de la mascota del extraterrestre que pidió protección para ello.
Los universos dentro de otros universos, son teóricamente imposibles según las leyes de la física actuales, pero entre tanta información descubierta aun en nuestro propio universo, los científicos clasifican aquello imposible de explicar con la física como singularidades.
Los agujeros negros, por ejemplo, son fenómenos astronómicos que no pueden explicarse del todo. Solo se sabe que son puntos fuertes de gravedad, capaces de curvar el tiempo y el espacio y que cuentan con una densidad infinita que existe en un espacio nulo.
Pero las singularidades pueden, de hecho, ser los puntos de partida para que sean un universo, pues la explicación al origen del universo conocido, es con la teoría del Big Bang, que de por sí, representa una singularidad, pues no puede ser explicada con leyes físicas, pero si explica el origen del universo conocido.