Hay anécdotas que nos inspiran a seguir adelante y saber que cualquier situación difícil se puede superar. La mayoría de las personas que se hunden en sus malas decisiones normalmente encuentra un ángel guardián que les guíe y devuelvan al buen camino.
Sin embargo hay personas a quienes esta batalla les toca solas, sin duda se hace mucho más difícil no sucumbir ante las tentaciones de caer en la provocación, aún más si aquello que queremos superar son las drogas, así fue la historia de Stacey Griffith.
Esta asombrosa mujer tiene 48 años y es una de las instructoras más conocidas en el spinning, tanto así que se dedica a darle clases a personas acaudaladas y famosos, con solo decirte que fue profesora de Madonna debería ser más que suficiente, pero apuesto a que no creerás que se fue de tour junto a la mismísima Oprah Winfrey.
Sin duda la carrera de esta mujer es todo un éxito, hasta tiene un libro publicado llamado Dos Giros desde Cero, pero la vida fabulosa llena de ejercicio y celebridades no siempre perteneció a Stacey, su vida antes del éxito fue bastante complicada gracias a su adicción.
En el año 1990 Stacey vivía en los Ángeles, solía salir con sus amigos donde tomaba alcohol en exceso y usaba drogas como cocaína, éxtasis y metanfetaminas. Lo extraño es que estas amistades eran deportistas y ella asistía a sus clases aun después de las duras fiestas.
Seguir en el deporte fue lo que la sacó de ese vicioso mundo, en el 2006 consiguió un trabajo en New York para ser instructora de spinning, comenzó a desintoxicarse y en el 2008 dejó la bebida permanentemente. Hoy día es una de las instructoras más conocidas en este deporte y ella literalmente le debe la vida a la bicicleta.