Últimamente en la nueva era el trato hacia los animales ha cambiado considerablemente, en muchos lugares pasaron de ser un simple animal con uso en específico, a ser adoptados como miembros de una familia, recibiendo tratos especiales y mucho amor.
Como negarse a entregarle todo tu cariño a una mascota, son una fiel compañía y proporcionan momentos realmente divertidos. Peter Cohen pensaba así, por eso tenía 2 hermosos gatos en su residencia, los cuidaba y trataba con cariño, pero algo muy triste paso.
Ambos gatos fueron atropellados por autos en diferentes ocasiones, causándoles la muerte y un enorme vacío en el corazón de Peter. A raíz de esto el joven juro que si volvía a tener un gato, trabajaría duro para hacerle un hogar adecuado y no tuvieran que salir de casa.
Tiempo después, Peter compró una casa al norte de Santa Bárbara pero jamás pensó en la sorpresita que venía con su nueva adquisición. Normalmente cuando nos mudamos es común encontrar roedores o insectos, pero Peter consiguió a un par de habitantes felinos de la calle.
Peter decidió conservarlos, pero junto con eso se enfrentó al enorme reto de mantenerlos dentro de la casa como lo había prometido, al ser gatos callejeros la tarea de crear un ambiente divertido para los felinos y que no necesitarán salir de la casa.
Así que comenzó a planificar y efectuar una serie de remodelación expansiva a su nuevo hogar, dando como resultado final el paraíso gatuno lleno de escaleras, pasadizos, cornisas, túneles, pasarelas y plataformas.
Este es el ambiente perfecto para cualquier minino, luego de crear este parque de diversión y descanso para los gatos, Peter comenzó a rescatar otros gatitos necesitados de un hogar, hoy día Peter es feliz juntos a varios gatos en esta casa, comparten y viven juntos en armonía, definitivamente es una historia inspiradora.