Bonsái es una palabra japonesa la cual proviene del vocablo bon = bandeja y sai= cultivar, y es el arte de cultivar plantas y árboles disminuyendo el tamaño a través de técnicas como lo son el trasplante, la poda, el alambrado entre otros.
Este arte se originó en China como un culto a los monjes taoístas se dice que estuvieron ligados a los nobles y a las personas de alta sociedad pues aquellos que podían conservar un árbol en una maceta serían eternos, utilizando los bonsáis como fuentes de culto, no son plantas genéticamente empequeñecidas, se mantienen así dándole forma, y podándolo cada cierto tiempo según su especie.
Si se cultivan adecuadamente pueden sobrevivir el mismo tiempo que un árbol de la misma especie, deben estar expuestos a la luz solar para compensar el reducido tamaño de sus hojas, también como se puede mantener el tamaño puede entrenarse para que crezcan en direcciones específicas, esto se logra enrollando alambre de cobre o aluminio en las ramas antes que madure y endurezca.
Al momento de regarlos hay que tener en cuenta que si el agua no está penetrando bien el suelo podemos sumergir la maceta en agua, pero solo es utilizado en casos de emergencia.
Los bonsáis son clasificados según su tamaño y entre ellos se encuentran, shito que van por debajo de los 5 centímetros, mame que están entre los 5 y 15 centímetros, shohin que tienen menos de 25 centímetros, komono entre los 15 y 31 centímetros, chumumo entre los 30 y 60 centímetros, omono entre los 60 y 120 centímetros.
Cualquier especie puede ser plantada como bonsái mientras se sigan los cuidados adecuados, un bonsái es considerado una obra de arte, por lo cual generalmente son expuestos en diferentes partes del mundo, te recomendamos mantenerlo cerca de una ventana, así como regarlo, fertilizarlo y cuidarlo para que pueda mantenerse durante muchos años.