Las enfermedades resultan ser una alteración o anomalía en el funcionamiento normal del cuerpo humano, generando un funcionamiento dañino que puede ser más o menos grave, dependiendo de la condición de la que se hable. Por eso, relacionar enfermedades con beneficio en otro sentido para la salud puede parecer extraño, pero en realidad si posible y te enseñaremos ejemplos claros.
Anemia drepanocítica: Este tipo de anemia es una de las más fuertes que existe, perteneciendo al tipo de afección de células falciformes que moldea los glóbulos rojos en forma de hoz, haciendo que vivan mucho menos. Pues, resulta que la anemia drepanocítica no permite que el cuerpo sea atacado por los parásitos de la malaria.
Aunque se sabía de eso hace algunos años, ahora se conoce que las células falciformes no pueden ser modificadas por la malaria porque ya se encuentran alteradas.
Mal de Urbach Wiethe: Dicho mal tiene como síntoma el engrosamiento de la piel, los tejidos cerebrales y daños en la amígdala cerebral. Por esa razón, el raro mal de Urbach Wiethe hace que los afectados pierdan el miedo a todo, incluso ante situaciones y estímulos que para alguien normal serían muy impactantes.
El problema es que dicho mal; descubierto por Erich Urbach y Camilo Wiethe en 1929 también se caracteriza por la pérdida de empatía de los afectados, teniendo efectos graves en su socialización.
Hipertimesia: Este tipo de enfermedad se considera más bien una condición, teniendo que ver con un trastorno neuropsicológico que le permite al afectado recordar absolutamente todo lo que le ocurre. Por eso, dichas personas tienen una memoria muy eficaz y recuerdan detalles mínimos que otros olvidaríamos en una cuestión de horas.
Sin embargo, la hipertimesia tiene la desventaja de que la habilidad del cerebro de obviar detalles irrelevantes no está presente, por lo que las personas que la padecen pueden tener desconcentración, padecer angustia y no superar hechos pasados.