El lavaplatos es uno de los servicios más utilizados en la casa. Aunque generalmente cuentan con una malla o una canastilla protectora para filtrar los residuos sólidos, no puede evitarse que eventualmente se atasquen algunos desechos y es entonces cuando el agua queda retenida en el tanque.
Para destapar un fregadero hay varias técnicas sencillas y que pueden evitar llamar al técnico. El primer recurso a agotar es usar el destapacaños, un implemento de caucho que genera vacío en la tubería y permite que se deslicen los sólidos, restituyendo el paso del agua.
Para destapar con este implemento, se coloca la bomba en el desagüe, ajustándola para que no entre aire por ninguna parte. Se presiona hacia abajo y hacia arriba varias veces. Se retira rápidamente. El agua deberá fluir. Si esto no ocurre, repetir la operación una o dos veces más.
Si el problema no se resuelve con el destapacaños, pueden utilizarse productos de limpieza o sustancias de uso común, tales como el vinagre y el bicarbonato. En este caso, se procede de la siguiente forma: retirar el agua estancada, tanto como sea posible. Agregar una taza de bicarbonato en el desagüe cuidando de que se concentre en el orificio de salida del agua.
Seguidamente, agregar una taza de vinagre. Dejar actuar la mezcla durante al menos 5 minutos. Agregar agua caliente y comprobar si cedió la obstrucción. Para complementar el despeje, vaciar 4 tazas de agua hirviendo. Si es necesario, hacer una segunda aplicación de bicarbonato y vinagre.
Si las alternativas anteriores no logran despejar el lavaplatos, será necesario remover parte de la tubería. Para ello, se debe colocar un recipiente debajo de la tubería. Desenroscar el tubo curvo. Generalmente puede hacerse con la mano, pero si es necesario, se puede ayudar con la llave inglesa.
Retirar la porción del tubo con cuidado. Retirar los desechos sólidos, reinstalar y comprobar si el agua fluye normalmente.