La inflamación es un proceso biológico natural que es parte de la respuesta del organismo para combatir lesiones e infecciones. Sin embargo, se ha comprobado que también puede ocurrir cuando el sistema inmunológico entra en acción sin que se produzca una lesión o una afección que deba ser combatida.
Debido a que no hay nada que curar, el sistema inmunológico que está diseñado para protegernos comienza a afectar las arterias, articulaciones y órganos sanos, presentándose lo que se conoce como inflamación crónica, cuyos signos y síntomas iniciales generalmente pasan desapercibidos o se toman como fatiga o cansancio.
Muchas veces ante una pequeña inflamación se opta por recibir un masaje en la zona afectada, generalmente se emplean aceites de eucalipto, lavanda, almendras o cbd, gracias al poder de estos aceites y las técnicas de masaje aplicadas la inflamación se alivia, pero al poco tiempo vuelve a aparecer.
El problema es que si no se tratan las causas reales de la inflamación y se controla, ésta va a avanzar y comienza a causar daños en arterias, articulaciones y órganos. Además puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, Alzheimer, afecciones cardíacas y circulatorias.
Por lo que es necesario asumir un estilo de vida más saludable y una dieta sana, ajustada a nuestras necesidades nutricionales. Además, es recomendable seguir algunos consejos que a continuación dejamos:
Incluye en tu dieta alimentos antiinflamatorios
Las verduras y frutas frescas son alimentos antiinflamatorios, por lo que deben ser consumidos a diario, debes incluir también alimentos que contengan ácidos grasos omega 3 como el atún y el salmón, así como el aguacate, el tofu, los frutos secos como las nueces y las semillas de soja y lino. También, las uvas, ajo, aceite de oliva, apio, arándanos y el té.
La dieta mediterránea es excelente, ya que incluye una gran variedad de alimentos antinflamatorios, ya que sus platos incluyen muchas verduras, frutas y pescados y limitan el consumo de carnes rojas, grasas, azúcares y carbohidratos procesados y refinados.
Toma un tiempo para ejercitarte
Una manera de prevenir la inflamación es hacer ejercicios de forma regular, los especialistas recomiendan dedicar de 30 a 45 minutos a realizar ejercicios aeróbicos y de 10 a 25 minutos de entrenamiento con resistencia o pesas, una rutina que debes asumir cuatro o cinco veces por semana.
Controla tu peso
Si tienes sobrepeso estás más propenso a sufrir de inflamaciones, los especialistas recomiendan bajar de peso para disminuir las inflamaciones, por supuesto, se trata de un proceso que debe ir acompañado de un cambio en la forma de alimentarte y en estilo de vida, ya que no existen dietas milagrosas y las dietas no controladas pueden ser peligrosas.
Aprende a manejar el estrés
El estrés es una reacción del cuerpo a determinadas situaciones que nuestro cerebro considera como peligrosas. Sin embargo, cuando el estrés se hace crónico puede afectar la salud y contribuir a la aparición o aumento de las inflamaciones.
Es muy importante que aprendas a manejar el estrés, esto ayudará a cambiar la percepción de muchas situaciones que hoy te causan estrés. Al reducir los niveles de estrés disminuyen también las inflamaciones.